Sinónimo de aromas cálidos.
Publicación: 01/12/2025
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Las cenas de fin de año son mucho más que un menú especial: son una oportunidad para celebrar, reunir a la familia y cerrar el ciclo con sabores que nos conectan con nuestras tradiciones. En México, diciembre es sinónimo de aromas cálidos, mesas llenas y platillos que despiertan nostalgia. Pero hay un secreto para elevar cualquier cena festiva: el maridaje perfecto. Elegir la bebida adecuada puede transformar un plato común en una experiencia memorable. Por eso, hoy te comparto combinaciones que harán brillar tu mesa y convertirán tu celebración en un verdadero festín.
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El pavo es un clásico en muchas casas mexicanas. Su sabor suave combina a la perfección con un vino blanco afrutado, como un Chardonnay ligero o un Sauvignon Blanc. La acidez natural del vino refresca cada bocado y equilibra el sazonado del pavo. Si tu receta incluye un relleno dulce —como manzana o frutos secos— este tipo de vino resaltará aún más sus notas aromáticas.
.: Tip gourmet: acompaña el plato con un pan casero horneado con harina de calidad para una experiencia completa.
El bacalao es un invitado de honor en las cenas de Nochebuena y Navidad. Su intensidad y toque salado encuentran balance en un vino tinto joven con taninos suaves. Tempranillo o Garnacha son excelentes opciones. Este maridaje realza la frescura del jitomate y suaviza la potencia del pescado, creando una armonía deliciosa en boca.
La profundidad del mole y la textura característica de los romeritos piden una bebida que pueda acompañar su intensidad. Una cerveza oscura, con notas de cacao y tostados, hace un maridaje espectacular. La ligera amargura limpia el paladar entre cada cucharada, permitiendo apreciar todos los matices del platillo.
El lomo relleno, ya sea de ciruela, tocino o frutos secos, gana elegancia cuando se acompaña de un vino rosado seco. Su frescura combina con el dulzor del relleno y resalta los sabores sin opacarlos. Ideal para quienes buscan una opción ligera pero sofisticada.
Los postres de temporada —cupcakes, galletas, buñuelos o panqués— merecen un maridaje especial. Un vino espumoso es perfecto para equilibrar el dulzor y aportar un toque festivo. Y si prefieres algo más tradicional, un buen café de olla, con canela y piloncillo, es un acompañante que nunca falla.
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El maridaje es un arte, pero también una forma de consentir a tus invitados. No se trata de complicarse, sino de encontrar combinaciones que hagan que cada platillo luzca. Experimenta, juega con los sabores y deja que tu mesa refleje tu estilo. Y recuerda: con ingredientes de calidad y el toque especial que solo tú puedes dar, cualquier cena puede convertirse en la mejor de todas.
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Crédito: Foto de Unsplash.
Copyright © 2025 MUNSA MOLINOS, S.A. de C.V.
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