¡más ricas que las de la tienda!
Publicación: 16/05/2025
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Hay sabores que nos llevan directo a la infancia, a la cocina de la abuela o a esas reuniones familiares donde el aroma lo llenaba todo. Las tortillas de harina caseras son uno de esos placeres simples, pero profundamente reconfortantes. Suaves, calientitas, con ese toque ligeramente dorado y flexible… ¡imposible resistirse!
Hoy te traigo una receta fácil, deliciosa y con ingredientes que seguro ya tienes en casa. Ideal si quieres darle un giro casero a tus comidas y disfrutar de tortillas recién hechas sin complicaciones.
Además de ser mucho más sabrosas que las comerciales, hacer tus propias tortillas de harina tiene muchas ventajas:
Sabes exactamente qué ingredientes estás usando (¡adiós conservadores!).
Puedes ajustar la textura y el grosor a tu gusto.
Es más económico a largo plazo.
Y lo más importante: nada como el aroma de una tortilla recién hecha.
Además, son perfectas para tacos, burritos, quesadillas o simplemente para acompañar con mantequilla. ¡Una delicia!
- 2 tazas de harina de trigo
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de polvo para hornear (opcional, pero da un toque más suave)
- 3 cucharadas de manteca vegetal, manteca de cerdo o aceite
- 3/4 de taza de agua tibia
1. Mezcla los ingredientes secos: En un bowl grande, combina la harina, la sal y el polvo para hornear.
2. Agrega la grasa: Incorpora la manteca o aceite y mezcla con las manos hasta que la textura sea arenosa.
3. Añade el agua poco a poco: Amasa hasta formar una bola suave. Si está pegajosa, añade un poco más de harina. Si está seca, un chorrito más de agua tibia.
4. Deja reposar: Cubre la masa con un paño y deja que repose por 20-30 minutos. Esto ayuda a que sea más fácil de estirar.
5. Divide y estira: Parte la masa en 12 porciones iguales. Forma bolitas y estíralas con un rodillo en una superficie enharinada hasta que estén delgadas y redondas.
6. Cocina: Coloca cada tortilla sobre un comal caliente o sartén antiadherente (sin aceite) durante 30 segundos por lado o hasta que se inflen ligeramente y tomen color.
¡Listo! Apila las tortillas cocidas en un paño limpio para mantenerlas calientitas.
- Usa agua tibia, no fría, para lograr una textura suave.
- No sobrecocines: 30-40 segundos por lado es suficiente.
- Si quieres tortillas más elásticas, puedes añadir una cucharada de yogur natural o leche a la masa (truco de abuela).
Las tortillas de harina caseras son más que una receta: son una experiencia. Desde amasar hasta verlas inflarse en el comal, todo el proceso tiene algo terapéutico. Así que la próxima vez que prepares tacos o quesadillas, anímate a hacerlas tú mismo. Tu familia (y tu paladar) te lo agradecerán.
Crédito: Foto de Unsplash.
Copyright © 2025 MUNSA MOLINOS, S.A. de C.V.
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